Mariposa blanca
De visita en la madrugada entra una mariposa blanca a mi morada
No estoy segura qué es lo que busca y no espero que lo encuentre,
aquella bella criatura está aquí y no es de paso, su propósito es muy claro.
Es pura y resplandeciente como lo que percibe en mi mirada.
Qué será de esa mariposa cuando se entere lo que pienso
¿Será que revolotea de los celos?
Mi mente ya tiene dueño y no es precisamente el encanto de su amigo el ruiseñor
Es prisionera de ideas grandes y en un gran salón
Mariposa mariposa, vuela alto y no bajes.
No te poses en este corazón.
Posa tus alas fugaces en el regazo del ruiseñor
Así te darás cuenta del porqué lo miro con amor
Pero mariposa ten cuidado, se precavida con aquel señor
Tiene una mente que conquista a cualquier corazón.
Y también estés atenta a su sonrisa…¡ay Mariposa!...
Se cautelosa con esa trampa que esboza con gran fervor.
Vuela alto para que no te atrape como a mí me atrapó
Una vez adentro no te importa el temor
Aquel sentimiento que temes sentir,
sale a flote como la primavera en abril
Tienes una misión y esa es huir
Pero ¡ay mariposa monocromática !
Aquel ruiseñor con su inteligencia te atrapó,
y como era de esperarse; enamoró tú corazón.
Un consejo, mi bella, yo te doy:
Vuela lejos de aquel joven soñador
Porque ese alto y fino conde de mi amor
tiene dueña y esa soy yo
No me importa, mariposa, que sea mayor.
No interesa, querida invertebrada, porque
tú no sientes con la edad
sientes y amas con el alma, la mente y el corazón
Espero que vueles libre, querida amiga.
Compañera de madrugada que escucha mis poemas,
Se posa en mi hombro a sentir mis tormentas.
Tengo un huracán en el pecho.
Tengo un rostro en mente.
Una sonrisa en ojos.
Una boca en anhelos.
Y un corazón que deseo.
Mariposa, blanca mariposa
Una vez que te fijas en una mente
y te ciega una sonrisa…
…ya no buscas nada más…
¡Mariposa aléjate! Vuela alto y lejos.
Esto es peligroso y arriesgado.
No te recomiendo –a nadie, de hecho-
sentit lo que siento por un hombre ajeno.
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