El poema del ladrón

Te llevaste mis monedas
Hurtaste mi honor
Qué desdicha la mía
Al ver ese ese señor.

Corrió muy lejos con lo que es mío
Se alejó en la oscuridad
Al ver que nadie venía
Se decidió a robar

Saqueó mis bolsillos,
Saqueó mi corazón
Me despojó del esfuerzo
Qué hice en dicho salón

Un dolor muy grande en mi espalda dejo
Pero no tan grande como el de mi amada
Qué de casa cuando huyó
Destrozó mi corazón

No saber qué es peor
Si el ladrón o la desdicha
De saber que no la tengo
Y que por fin me abandonó

Unas monedas se recuperan
Pero una como tú
Definitivamente
No existen dos

Huye amada mía,
Huye buen ladron
Aprovecha mis monedas
Y tú, morena mía, rompe otro corazón.

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