Carta III

Martes, 3 de octubre, 2017.





Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo tomé el menos transitado, y eso ha marcado la diferencia. 

Robert Frost


Una vez más caminaba con el corazón en la mano, hecho trizas. Minuciosas, increíblemente, cada vez más pequeñas, porque cada vez lo hieren más... más profundo. En el fondo, donde solo el verdadero amor toca y una falsa ilusión abre la puerta. No me queda nada más por hacer que lo mismo que acostumbro, porque se convirtió en cotidiano. Prácticas sociales, dice la sociología, ¡Vaya práctica! - burocrático-, decía para mis adentros mientras caminaba un largo trecho hasta mi humilde hogar:


Es un sistema — me lo explico de este modo— el amor es un sistema que busca eficiencia, efectividad, rapidez y des-humanización. Es una falacia. Es, para la mayoría, lo que no se respeta. Sin embargo, por fortuna, existen unos cuantos que se salen de ese ordenamiento social y deciden amar con entrega y honestidad. Que profesan un sentimiento siendo real y lo mantienen hasta que no puedan más. Creo, fervientemente, en el amor que promulga la fe católica: puro, sin manchas y para toda la vida. Mientras tanto, solo serán estrellas fugaces las que pasen por nuestro cielo. Y eso es maravilloso, aunque doloroso.


***
— Encontré a Raúl llorando en el sillón de tantos millones en la oficina de su padre. No sabía qué hacer, claramente, había pasado un mes y eso él lo sabía. Hace un mes que lo presintió , como arma filosa del destino, así ocurrió. Ya no estaba más en el mercado. Ya no pasaba por ahí a verla a diario. No escuchaba su risa, ni admiraba esos ojos híbridos que tanto amó. Estaba sentado, con el corazón destrozado, con recuerdos que en vano lo hicieron creer una vez más en eso llamado amor.

***

Y es aquí donde realmente inician las cartas que se envían al pasado en el presente con ansias de un mejor futuro. Es en este momento donde se plasma la historia corta pero eterna de un amor fugaz, un amor en el que - en palabras de aquel recuerdo del olvido - " se vivió una vida en un mes". Un mes, en la unidad de medida básica; una vida, en palabras del corazón. De golpe, y sin aviso, así suelen ser las historias de las almas viejas que aman con bastante fuerza, la suficiente para acabarse a ellos mismos.
Aunque relativo, el tiempo es lo único que determina que fue, es y será, por lo que, así queramos alterar el lineamiento que rige la existencia, no será posible. No podemos acelerar, atrasar, pausar, rebobinar o detener algo cuando nos plazca. No funciona de ese modo. Raúl, y muchos otros, quisieron hacer tal locura, y lo único que consiguieron fue colocarse un parche más en el corazón.

El prefacio debe ir al inicio, pero en este caso el tiempo no altera lo que deseo comunicar. Éste es el prólogo de una anécdota cercana que considero importante, no solo contar, sino analizar. ¿Por qué y cómo se altera nuestra mente, tanto que nos hace creer que algo es real? ¿Cuál es esa ilusión que se crea cuando conocemos al "amor de nuestras vidas" y nos dibuja una realidad fantástica? ¿ Cómo salir de una pena que bastó de un lapso tan corto de tiempo para causar dolor dentro de nuestra alma? Tantas interrogantes que a través de una simple historia cotidiana — porque a diario se ven amantes enamorados y falsas máscaras de amor— pueden ser descifradas en relación a pautas puntuales para conllevar eso y cualquier situación difícil que se presente en el diario recorrer de cada individuo, de tal manera que podamos lidiar con esa palabra que existe en la vida de todos: frustración. Son sueños, anhelos, como lo quieran llamar, que han sido frustrados y nos resulta difícil batallar contra eso. Suceden tantas cosas y recurrimos a tantos mecanismos que subsanen ese dolor que simplemente no solucionamos la afectación de raíz, por consiguiente, eso se acumula y se va sumando a nuestra lista de frustraciones que en el futuro de alguna u otra manera estallarán, sino es que pronto lo hacen.

Así pues, no busco más, en esta pequeña introducción un poco a temporal, que brindar una ayuda a través de algo tan maravilloso y entretenido como una historia. ¿¡Qué más que un caso ilustrado en letras para comprender lo que nos sucede!? Los dejo finalmente con esta pregunta para hacer una pequeña reflexión:

¿Lloran porque aman o porque volvieron a caer?

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